¿A qué tienes miedo?

¿Miedo al qué dirán? ¿Miedo a lo que pueda pasar? ¿Miedo a equivocarte? ¿A fallar? ¿Miedo de lo que los demás puedan pensar? ¿Miedo a no encajar? ¿A no ser capaz? ¿Miedo a perder lo que tienes?

¿Qué otro miedo más?

Estás llenita de miedos y quizás ni tan si quiera te habías dado cuenta.

Y lo malo no es tenerlos, porque tener miedos es normal, el tema está en qué haces con ellos.

Y es que todos estos miedos son miedos que, en el fondo, tú no puedes controlar, pero estoy segura de que ellos si te están controlando a ti y te están condicionando, impidiéndote vivir tu vida sintiéndote segura, tranquila y en paz.

Y lo sé porque son los mismos miedos que yo tuve y son los mismos miedos a lo que se enfrentan las mujeres a las que acompaño…

Y yo siempre que hablo de miedos me nace hacer una pregunta que siento que es clave para comprometerte contigo misma y tomar la decisión de empezar a enfrentarlos, así que aquí te la lanzo, eso sí, con una condición, y es que necesito que contestes a esta pregunta muy rápido, sin pensarla demasiado:

¿Qué es eso que tus miedos no te están permitiendo hacer y que tú sabes que es precisamente lo que necesitas para poder sentirte bien con tu vida?

 ¡Boom boom!

Ya lo sé, lo has intentado ignorar e invalidar, diciéndote a ti misma que eso que tú quieres no es posible o peor aún, que no eres capaz de llevarlo a cabo…y habrás encontrado un montón de razones y excusas para así creerlo.

Y es que este es otro gran tema al que te estarás enfrentando y que está directamente relacionado, el de invalidar tus necesidades y dejarlas de lado.

Pero para eso estoy yo hoy aquí, para decirte que puedes aprender a dejar de lado todos estos miedos y abrir el espacio a que aquello que tú deseas sea posible.

Y para que puedas empezar a trabajar en ello, te comparto alguno de los pasos que yo sigo con otras mujeres para aprender a gestionarlos.

1. Reconoce que tienes miedos. Suena muy básico, pero es que muchas veces me encuentro con la respuesta de ‘no, si yo no tengo miedo de nada’ y luego una se pone a indagar y resulta que si que lo tiene, así que ser honesta y reconocerlo es el primer paso.
2. Defínelos, haz una lista. Coge boli y papel y como yo he hecho al principio, anota todos los miedos que te surjan, sin dejarte ni uno. Puedes hacerlo en varios días, porque quizás de una no te vienen todos en mente, pero vete completando la lista despacio que vas a ver como salen más de los que a priori podrías imaginar.
3. Para cada uno de ellos, hazte a ti misma las siguientes preguntas: ¿Qué es lo peor que me puede pasar si este miedo se hace realidad? ¿Qué me está queriendo mostrar este miedo?
4. Hazte una pregunta final: ¿Qué es lo mejor que me puede pasar si no dejo que estos miedos me paralicen? Aquí expláyate y anota todos los detalles de lo que pasaría si dejaras esos miedos de lado y pudieras hacer aquello que tanto ansías…

Espero haberte ayudado, y si sientes que sientes que necesitas que alguien te ayude con este proceso, no dudes en ponerte en contacto conmigo, que yo estaré encantada de acompañarte a realizarlo.

Un abrazo,

Gema