¿No llegas a todo? Equilibra tu vida sin que la ansiedad se apodere de ti

Vas acelerada por la vida, con una lista de tareas y obligaciones interminable.

Tu día a día te asfixia, haciendo que te falte el aire, sintiendo que no tienes tiempo suficiente para todo ni para ti pero al mismo tiempo no encuentras la forma de pararlo y tu ahí continuas con tus prisas, apagando fuegos y corriendo de un lado al otro, muchas veces sin ni tan siquiera darte cuenta del terrible efecto que esto está generando en ti.

Y yo hoy podría venir a hablarte de todas las estrategias de gestión del tiempo que existen y que, seguro que ya has intentado aplicar en tu vida y no te han funcionado, pero no voy a hacerlo.

Yo hoy quiero hablarte de algo más profundo que tiene que ver con el origen de porqué te ves viviendo tu vida de esta manera y de las cosas que necesitas hacer YA para que puedas cambiarlo de forma duradera.

Se que me vas a decir que esto no depende de ti, que el sistema y la cultura no te dan la opción de hacerlo de otra forma. Y es que equilibrar la vida personal con lo laboral en este mundo frenético, parece una misión imposible, y si encima eres madre, ya ni te cuento.

Pero yo hoy vengo a decirte que sí que lo es, y de hecho, para poder hacerlo posible vas a tener que empezar por asumir y aceptar que no puedes cambiar el sistema (o al menos no por el momento) y que, por lo tanto, vas a tener que encontrar LA forma que SI dependa de ti para que de una vez por todas puedas empezar a vivir tu vida como realmente te gustaría, sintiéndote relajada y tranquila, sin tanta prisa.

Así que empecemos con una pregunta esencial que debes hacerte a ti misma:

’¿Qué puedo hacer yo, que esté en mis manos y no dependa de los demás, para poder vivir mi vida sintiéndome tranquila?’

Muy probablemente me vas a decir que nada, que tú no puedes hacer nada o que lo que te viene en mente es realmente imposible hacerlo, y es normal, estás bloqueada y desmotivada, pero para eso estoy yo aquí hoy, para decirte que si hay una forma y mostrarte los pasos.

Así que arremángate, que aquí te los comparto:

  1. Deshazte de aquellas cosas que no te pertenecen. 

Si, en esa lista interminable estoy segura de que cargas con cosas que no son tuyas realmente, pero para que la rueda ruede, tus tiras para adelante con ellas.

Y aquí no solo me refiero solo a acciones (ir a comprar, preparar x, llamar a tal persona, etc) sino también a todas esas cosas en las que piensas constantemente y que están en tu cabeza, robándote tiempo y energía mental.

Aquí hay varias preguntas que te puedes hacer:

    • ¿qué es eso que cargo conmigo que no me pertenece?
    • ¿cómo puedo soltarlo sin sentirme culpable por ello?
    • ¿qué puedo hacer para que no me vuelva a suceder? Esta última pregunta es clave porque es la que te conecta con la ORIGEN de porqué cargas con cosas que no son tuyas, y es la que hará que puedas encontrar la solución.
  1. Aprende a delegar y a decir NO (y a sostener la incomodidad que supone hacerlo)

Esto es un aspecto fundamental a la hora de poder dejar de ir ahogada por vida, y está directamente relacionado con el punto anterior.

Aprender a decir que NO a peticiones externas y desarrollar la capacidad de dejar que sean otros los que las hagan es totalmente necesario. Pero aquí la clave no es tanto el acto en si de delegar o decir no, sino el de aprender a estar bien con el hecho de que eso que se tiene que hacer no se haga.

Sabes a lo que me refiero, ¿verdad? Esa frase típica que todas hemos dicho alguna vez: ‘es que, si no lo hago yo, no lo hace nadie’.

Cuando esto te suceda, pregúntate: ¿de quién es la responsabilidad realmente de hacer eso que se tiene que hacer?

Es fundamental que aprendas a dejar de responsabilizarte de las responsabilidades de los demás, ¿ves donde quiero llegar?

  1. Relativiza la importancia de las cosas que tienes que hacer.

La de discusiones de pareja y estreses máximos me hubiese evitado si hubiera aprendido a relativizar las cosas…¿de verdad es tan importante que la cama se quede hecha antes de salir de casa? Por ponerte un ejemplo sencillo y cotidiano.

Hazte una lista y valora como de importante es eso que tienes que hacer y hasta qué punto hacerlo te va a impactar negativamente en lo verdaderamente importante, como, por ejemplo, darte un baño de agua caliente, con velas y musiquita relajante de fondo. ¿Qué prefieres, la cama hecha o el baño? 😉

Parece un ejemplo banal pero es la cotidianidad del día día y al final todo tiene que ver con una cuestión de elección y de ser conscientes de que todo NO SE PUEDE. Y esto enlaza con el punto siguiente

  1. Renuncia a ser una superwoman

Si, deja ya de arrastrar contigo esa frase aparentemente empoderadora pero que pesa demasiado y que dice ‘TU PUEDES CON TODO’.

Si, claro que puedes con todo, pero ¿a costa de qué? ¿Realmente quieres poder con todo? ¿PARA QUÉ? Párate a pensarlo un rato, que vas a ver como conecta con todo lo anterior y verás la carga que esto supone para ti misma

  1. Practica el NO hacer

Después de haber puesto en práctica lo anterior, ahora ya habrás encontrado un pequeño espacio para dedicártelo a ti y mi propuesta en este punto es que te permitas no hacer nada, pero nada de nada y que abraces esa incomodidad que te pueda generar y observes a ver qué sucede y que se puede estar escondiendo detrás.

Estoy segura de que si eres honesta contigo misma vas a ver que muchas veces rellenas los espacios vacíos con cosas que hacer porque no sabes estar sin hacer nada y detrás de eso lo que muy probablemente se esconde es que has asociado que para sentirte valiosa tienes que producir, cuanto tu valía en realidad es intrínseca a ti, simplemente por el hecho de ser y existir (que nada tiene que ver con el hacer).

  1. Encuentra tu tribu

Busca referentes que ya vivan como a ti te gustaría, que te sirvan de ejemplo y de motivación. Una de las grandes dificultades que se tienen en la vida a la hora de generar cambios es que creemos que no son posibles porque no tenemos ningún ejemplo a seguir o porque los que tenemos de ejemplo, creemos que ya han nacido con esa suerte. Por eso es tan importante rodearte de gente que ya haya hecho ese cambio, con la que puedas hablar y compartirte, pero sobre todo que te muestre que es posible cambiarlo por mucho que tu intentes convencerte de todo lo contrario.

  1. Conecta con el sentido de tu vida

Esto quizás te sorprende, pero te lanzo otra pregunta ¿tú a que has venido a esta vida? ¿A ir correteando de un lado a otro o a poder VIVIRLA? Bajar a tierra este punto es el que te va a ayudar a tener una dirección clara

  1. Se realista y amable

Este punto para mi es fundamental. Todo lo que aquí te escribo se tiene que hacer de forma gradual y personalizada, porque cada una somos un mundo y nuestras circunstancias muy diferentes, por lo que, por fa, no esperes que de un día para otro todo cambie de repente. La clave es ir dando pasos adecuados, con una dirección clara y confiando.

 

¿Cómo lo ves?

Ya sé que este no es el listado que te esperabas, ya te lo había dicho, pero creo que puedes ver claramente porqué otras formas de gestionar la ansiedad no funcionan.

Y es para poder decir adiós a la ansiedad que sientes en tu día a día, tiene que primero decirte un hola bien grande a ti misma.

Porque esto, en realidad, no va de gestión del tiempo sino de aprender a tener una mejor relación contigo misma y con la vida.

Ya sé que es todo un proceso, yo misma tuve que pasar por ello y por eso estoy hoy aquí, para acompañarte a que tu también lo hagas.

Así que, si estás realmente comprometida contigo y 100% decidida a hacerlo, ponte en contacto conmigo y nos ponemos a trabajar en ello.

Un abrazo,

Gema

Gema Juárez

Hola, soy Gema

Y ante todo, soy mujer y humana, como tú. 

Una mujer con una historia de vida, que ha aprendido que existe otra forma más sana y equilibrada de relacionarse consigo misma y con los demás, y que ha decidido compartir su conocimiento con más mujeres como tú, porque creo que otra forma de vivir es posible, sin tanta exigencia, sin tanto correr, sin tanto depender de la opinión o necesidad de los demás, y sobre todo, MÁS CONECTADAS CON NUESTRA ESENCIA, CON NUESTRA VERDAD.

Y también soy...

COACH PERSONAL

Me he formado como Coach Transpersonal especializada en Relaciones, y antes de esto me formé en Coaching con PNL, Programación Neurolíngüística, y Mindfulness

PROFESORA DE YOGA

El Yoga para mi fue (y sigue siendo) una salvación. Ese lugar donde parar y escucharme, y darme lo que necesito, sin permiso ni validación de nadie. Desde este lugar comparto mi parte más espiritual (no religiosa)

AUTODIDACTA

No sé que sería de mi sin leer libros. Con ellos aprendo y amplio conocimiento que me ayuda a seguir creciendo y compartiendo